EXPOSICIÓN VIRTUAL DE CALAVERAS, A PARTIR DE LA EXPOSICIÓN REALIZADA EN EL MUSEO M.G.:

EXPOSICIÓN VIRTUAL DE CALAVERAS, A PARTIR DE LA EXPOSICIÓN REALIZADA EN EL MUSEO M.G.:
EXPOSICIÓN VIRTUAL DE CALAVERAS, A PARTIR DE ESTA EXPOSICIÓN REALIZADA EN EL MUSEO M.G. (UIC), MÉXICO, D.F. PARA VER LAS IMÁGENES DE LAS ARTESANÍAS EXHIBIDAS EN EL MUSEO EN AQUELLA OCASIÓN IR DIRECTAMENTE AL ARCHIVO DEL BLOG DEL 2013. Todas las demás imágenes se han venido incorporando desde entonces según ha crecido esta colección. Además de añadidos alusivos al tema de museos, otras exposiciones y documentales acerca de este tema. Donde no se indique lo contrario, las artesanías cuyas imágenes se exponen aquí pertenecen a la Colección Gómez Arzapalo Lozano.

martes, 29 de enero de 2013

IMÁGENES 1


“No es eterna tu muerte”. Autor de procedencia cultural mazateca:
 
No es eterna la muerte
Espíritus míos que del cielo bajan.
Siento su presencia aquí
En lo imperfecto donde
Los que tenemos vida estamos muertos,
Y los que están muertos tienen vida.
 
Vivimos un día de fiesta
En un escape momentáneo de la muerte,
En un instante aferrados a la vida.
Compartan la mesa con nosotros,
Coman y beban nuestros frutos,
Dancemos luego con la muerte
Que en cada máscara se oculta.
 
Espíritus vivos.
Espíritus muertos.
Ésta es nuestra fiesta,
Asomemos un instante nuestros mundos.
Nosotros tenemos corazón,
Ustedes también.
En esta vida que no es eterna.
En esta muerte que no es eterna.
 
 
LEÓN-PORTILLA, Miguel y SHORRIS, Earl, Antigua y Nueva Palabra. Antología de la literatura mesoamericana, desde los tiempos precolombinos hasta el presente, México, Aguilar, 2008, pp. 781-782.
 
 
 




















 
 
En contexto cultural mazahua encontramos el siguiente poema de Fausto Guadarrama López, titulado: “En un funeral mazahua”:
 
Ahora, ya te vas.
Para que pudieras estar entre nosotros,
Prestado sólo fuiste,
Entre nosotros estuviste,
Pero ahora, ya no lo estarás,
Porque prestado sólo fuiste.
 
De pronto se nos esfuma tu faz,
Ya no estarás entre nosotros,
Ya llegó tu día.
Tu cara, ver, ya no podremos.
Yo no sé por qué veniste
Tan sólo a mostrarnos tu cara,
Y ahora, solamente nos dejas recuerdos:
 
Nuestro pequeño señor del cielo
Te dio la vida,
Y ahora, Él te la quita.
¡Él sabe por qué!
Él ha de señalarte
El camino que has de seguir,
Hacia dónde has de llegar.
 
Él ha de acomodarte,
En el lugar que mereces estar,
Porque, Él, bien lo sabe.
Ahora te vas, te vas,
Por lo que te vas para siempre.
Pero, ¿cuándo aún regresarás?
Pero, ¿cuándo nos encontraremos?
Pero, ¿cuándo aún podremos verte?
¡Creo que nunca… no es hasta que muramos!
Tomado de: LEÓN-PORTILLA, Miguel y SHORRIS, Earl, Antigua y Nueva Palabra. Antología de la literatura mesoamericana, desde los tiempos precolombinos hasta el presente, México, Aguilar, 2008, pp. 819-820.















 
Palabras de una madre tzotzil dirigidas a su hijo muerto:
 
 
Florecita de mis entrañas, imagen de tu padre
retrato de tu madre
¿Por qué te vas lejos?
¿Por qué me dejas en soledad?
¿Por qué no camina ya tu corazón?
¿Acaso no te di yo la vida
con tantas penalidades y dolor?
Te di mi pecho, te di tu alimento,
te protegí desde que naciste.
¿Dónde está tu santa alma?
¿Por qué te alejaste de mí?
Mi corazón se desgarra en dos,
mi corazón desfallece,
mi corazón se abate y está pesado
por causa de tu muerte.
Tu partida me mata, hijito mío,
mi pajarito, ¿dónde te encuentras
florecita de mis entrañas?,
mi corazón está en soledad
y reclama tu compañía[1].
 


[1] Demetrio Sodi, Literatura maya, México, SEP, 1981, p. 80. Tomado de: León Portilla y Shorris, Antigua y Nueva Palabra. Antología de la literatura Mesoamericana, desde los tiempos precolombinos hasta el presente, México, Aguilar, 2008, pp. 700-701.