Nos atormentamos:
No es aquí nuestra casa de hombres
Allá donde están los sin cuerpo,
Allá en su casa.
¡Sólo un breve tiempo
Y se ha de poner tierra de por medio de aquí
a allá!
Vivimos en tierra prestada
Aquí nosotros los hombres
Allá donde están los sin cuerpo,
Allá en su casa.
¡Sólo un breve tiempo
Y se ha de poner tierra de por medio de aquí
a allá!
MATOS
MOCTEZUMA, Eduardo, Vida y muerte en el
templo mayor, México, FCE, 2003, p. 107.
Angustia ante
la muerte
Me siento ebrio, lloro, sufro,
Cuando sé, digo y recuerdo:
¡Ojalá nunca muriera yo,
Ojalá jamás pereciera!
¿En dónde no hay muerte?
¿En dónde es la victoria?
Allá fuera yo…
¡Ojalá nunca muriera yo,
Ojalá jamás pereciera!